A menos de un mes de la fecha programada para la realización de
las elecciones presidenciales en el Perú, la ciudadanía se encuentra nuevamente
con el gran dilema: ¿Por quién votar?
Foto: RPP
Foto: RPP
Resulta curioso, por decir lo menos, que mucha gente en
nuestro país termine arrepintiéndose de haber votado por determinado candidato.
El nivel de aceptación del actual presidente, Ollanta Humala, así lo demuestra.
La gente se lamenta: “Nos ha engañado”, “No cumplió lo que prometió”, “No tuvo
la capacidad”, “Le quedó grande el puesto”. Y muchas otras frases como éstas se
escuchan de un sinfín de ciudadanos que se sienten profundamente defraudados.
A raíz del desencanto generalizado y evidente del pueblo con
sus gobernantes surgen algunas interrogantes: ¿tomamos una decisión racional al
votar? ¿Utilizamos algún criterio técnico para elegir por quién votar? ¿Tomamos
con debida seriedad esta gran responsabilidad?.
Haciendo un ejercicio de autoconciencia para responder a
estas preguntas, estoy seguro que muchos de nosotros diremos honestamente que
NO. Y resultará sano admitir que la mayoría de nosotros No sabemos votar. Nadie
nos ha enseñado cómo hacerlo de manera responsable. En este breve post revisamos algunas pautas de cómo deberíamos
tomarnos este importante compromiso con nuestro propio futuro.
Asimismo en este post hacemos un ejercicio técnico cuyo resultado arroja mayor aptitud para el cargo de presidente en Alfredo Barnechea con 57 puntos, seguido de Verónika Mendoza con 46, Pedro Kuczynski con 7, Alan García Pérez con 3 y Keiko Fujimori con 0 puntos.
Unos resultados muy diferentes de los que muestran las encuestadoras, pero veamos porque.
Primeramente déjenme decirles que existen técnicas para
tomar decisiones, éstas se abordan cuando se estudian ciencias sociales y específicamente administrativas o
económicas; pero en esta ocasión iremos casi directamente a la práctica y haremos
un ejercicio, como ejemplo, que nos guiará por el importante y difícil camino de
elegir adecuadamente a nuestro próximo gobernante.
Como primer paso, veamos de manera muy rápida lo que nos dicen
las ciencias administrativas acerca de cómo tomar decisiones.
Según Leon Blan Buris tomar una decisión es elegir una
opción entre varias alterativas. Y lo ideal es seguir un proceso que comienza
por la investigación detallada de cada una de las opciones, continúa con el
análisis de los posibles cursos de acción y termina en la elección de la mejor
alternativa. Viéndolo así sería regularmente fácil tomar la decisión correcta;
pero este sistema trabaja bajo la premisa de que la información sobre cada una
de las opciones es confiable. Y es aquí donde nos toca investigar más a fondo para
no caer en las trampas de la mercadotecnia que aplican con tanta maestría los equipos
técnicos de los candidatos al sillón presidencial. Aunque se dan casos en que
los propios candidatos echan por tierra todo el trabajo de dichos equipos, el caso del Sr César Acuña es un buen ejemplo de ello.
Comencemos por definir los criterios que tenemos que investigar
a la hora de evaluar nuestras opciones.
Pongámonos en el caso de que seamos los dueños
de una gran e importante empresa (el Perú) y que estamos deseando contratar a un administrador o a un
gerente (el presidente) para nuestra empresa.
Es obvio que debemos elegir al
postulante que tenga la mejor formación para el puesto, que tenga experiencia, que
tenga un historial exitoso y que además, considerando que
el cargo es de confianza, posea valores éticos fundamentales para cualquier
puesto de trabajo como son la productividad, la responsabilidad y la honestidad
o autenticidad como persona. Contratar para nuestra empresa a una persona que
no tuviera estos valores sería poner en grave riesgo el futuro de la misma.
Otro parámetro importante a evaluar son las propuestas emblemáticas
que hace cada uno de los candidatos en su plan de gobierno. Evaluaremos en este ejercicio, dos de
ellas, bajo los siguientes criterios: ¿Es original? (para evitar el “copia y
pega”) ¿Es importante? (número de peruanos beneficiados) ¿Es factible? (se
trata de una propuesta posible o solo es demagogia) ¿Es sostenible? (Se podrá
mantener o será “flor de un día”)
Tomaremos cada uno de los criterios y le asignaremos un
valor del uno al diez respaldado por pruebas del accionar de cada candidato. El candidato que obtenga un mayor puntaje sería la mejor opción.
Para
no hacer muy extenso este Post evaluaremos primero a cuatro candidatos:
Fujimori, García, Kuczynski y Barnechea. Y veremos que resulta de este ejercicio.
Evaluemos ahora al Candidato Alan García Pérez
Hagamos lo propio con el candidato Kuczynski.
Evaluemos ahora a la candidata Verónika Mendoza.
Y por último, evaluemos al candidato Alfredo Barnechea.
Y por último, evaluemos al candidato Alfredo Barnechea.
Como resultados del ejercicio tenemos:
Puntaje total de Keiko Fujimori: 0 puntos
Puntaje total de Alan García Pérez: 3 puntos
Puntaje total de Pedro Kuczynski: 7 puntos
Puntaje total de Verónika Mendoza: 46 puntos
Puntaje total de Verónika Mendoza: 46 puntos
Puntaje total de Alfredo Barnechea: 57 puntos
En el ejercicio evaluamos únicamente dos propuestas de cada candidato, pero al hacer una evaluación más grande se puede obtener resultados diferentes. Sin embargo en el ejercicio vemos una marcada tendencia de bajo puntaje en los políticos "tradicionales", ¿será que no son los más idóneos para ocupar el puesto?. Analice y juzgue Ud. mismo.
De cualquier manera con este ejercicio no pretendemos modificar vuestra intención de voto, lo que intentamos es enseñar a la población a decidir de una forma más racional y metódica, en vista de que las decisiones apasionadas han resultado ser las menos adecuadas.
Seamos conscientes de la importancia de nuestro voto, tomémonos en serio esta responsabilidad, porque si no lo hacemos el futuro de un país tan hermoso como el nuestro, realmente será muy incierto. Desde aquí expreso el deseo de que todos hagamos un voto responsable.
Debajo, dejamos algunos links a videos de youtube sobre el accionar de los candidatos evaluados para respaldar los puntajes asignados en el ejercicio.